En hebreo hay dos palabras para definir el pan: Lechem y Challah. Lechem es el pan que se come cada día y Challah es el pan con forma de trenza que se come el Sabbath y en otras festividades. Durante el Rosh Hashanah, el año nuevo judío, el Challah se enrolla de forma circular, y simboliza el deseo de una larga vida. Tiene forma de trenza porque el Talmud dice que cuando un nudo se hace con tres fibras, éste es imposible de destruir. La palabra Challah también se refiere a la práctica de Hafrashat Challah por la que una porción de masa se separa simbólicamente, como ofrenda para los sacerdotes del Templo de Jerusalén.
Las recetas tradicionales de Challah contienen bastantes huevos, harina blanca y azúcar, aunque las recetas modernas tienen menos cantidad de huevos, utilizan harina integral y a veces sustituyen el azúcar por miel o incluso melaza. La principal diferencia entre el Challah y los brioches europeos es que no contiene ningún producto lácteo, como la leche o mantequilla, y la razón es por el kashrut, o ley judía por la cual no se pueden mezclar productos lácteos y carne en la misma comida.
Las semillas de amapola o sésamo que se espolvorean sobre el pan antes de introducirlo en el horno simbolizan el maná comido por los Israelitas durante del Éxodo de 40 años por el desierto después de la salida de Egipto y la consiguiente liberación de la esclavitud.
Generalmente se hornean dos panes juntos y representan la doble porción de maná que Dios les proporcionó la los Israelitas para que pudieran comer dos días, el viernes noche y sábado por la mañana. Es costumbre comenzar la cena del viernes y las dos comidas del Sabbath bendiciendo los dos Challot (jalót, plural de Challah). Estos dos panes se ponen “de espaldas” para que durante la bendición siempre se vean las “caras” del pan y es en recuerdo del Lechem Hapanim (el pan de las caras) de la época del primer templo.
Generalmente se hornean dos panes juntos y representan la doble porción de maná que Dios les proporcionó la los Israelitas para que pudieran comer dos días, el viernes noche y sábado por la mañana. Es costumbre comenzar la cena del viernes y las dos comidas del Sabbath bendiciendo los dos Challot (jalót, plural de Challah). Estos dos panes se ponen “de espaldas” para que durante la bendición siempre se vean las “caras” del pan y es en recuerdo del Lechem Hapanim (el pan de las caras) de la época del primer templo.
La bendición o “Hamotzi” es la misma que se recita sobre todos los panes “Baruch atah adonai, eloheinu melech ha’olam, hamotzi lechem min ha’aretz”
“Bendito seas, Dios nuestro Señor, Rey del Universo, que sacas el pan de la tierra”.
“Bendito seas, Dios nuestro Señor, Rey del Universo, que sacas el pan de la tierra”.
(Texto y receta sacado del blog "El rincón de Bea")
INGREDIENTES
1 paquete de 11gr de levadura seca
1 taza de agua
½ taza de aceite de oliva
1/3 taza de azúcar ó 1 cucharada de miel
1 cucharadita de sal
4 huevos + 1 huevo para pintar
6 ó 6 ½ tazas de harina de repostería
Semillas de sésamo o amapola
1 taza de agua
½ taza de aceite de oliva
1/3 taza de azúcar ó 1 cucharada de miel
1 cucharadita de sal
4 huevos + 1 huevo para pintar
6 ó 6 ½ tazas de harina de repostería
Semillas de sésamo o amapola
PREPARACIÓN:
Echar el agua en el vaso y programar 1’, 37º vel 1.
Añadir la levadura y programar 10’’, vel 4.
Incorporar el resto de los ingredientes según el orden indicado y mezclar 10”, vel 4.
Añadir la harina y mezclar 30’’, vel 6.
Amasar programando 2’, vaso cerrado, velocidad espiga.
Dejar reposar en el vaso durante 1 hora o hasta que doble de tamaño.
Pasado este tiempo, sacar la masa del vaso y desgasificar y dividir la masa en dos porciones exactamente iguales.
Dividir cada una de estas dos porciones en tres tiras alargadas de igual grosor y de aproximadamente 40 cm. de largo.
Colocarlas sobre la bandeja de hornear de forma paralela casi tocándose y comenzar a trenzar desde el centro. Doblar los extremos hacia abajo y apretar un poco para que queden bien sellados.
Dejar reposar las trenzas hasta que doblen de tamaño.
Batir 1 huevo con 1 cucharada de agua fría y pintar la trenza con esta mezcla.
Espolvorear con semillas de sésamo y de amapola.
Introducir en el horno precalentado a 175º durante 30-35 minutos o hasta que estén doradas.
Colocar sobre una rejilla y dejar enfriar.
Añadir la levadura y programar 10’’, vel 4.
Incorporar el resto de los ingredientes según el orden indicado y mezclar 10”, vel 4.
Añadir la harina y mezclar 30’’, vel 6.
Amasar programando 2’, vaso cerrado, velocidad espiga.
Dejar reposar en el vaso durante 1 hora o hasta que doble de tamaño.
Pasado este tiempo, sacar la masa del vaso y desgasificar y dividir la masa en dos porciones exactamente iguales.
Dividir cada una de estas dos porciones en tres tiras alargadas de igual grosor y de aproximadamente 40 cm. de largo.
Colocarlas sobre la bandeja de hornear de forma paralela casi tocándose y comenzar a trenzar desde el centro. Doblar los extremos hacia abajo y apretar un poco para que queden bien sellados.
Dejar reposar las trenzas hasta que doblen de tamaño.
Batir 1 huevo con 1 cucharada de agua fría y pintar la trenza con esta mezcla.
Espolvorear con semillas de sésamo y de amapola.
Introducir en el horno precalentado a 175º durante 30-35 minutos o hasta que estén doradas.
Colocar sobre una rejilla y dejar enfriar.
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